Se envía un auditor a Buenos Aires para comprobar las exportaciones de carne de Argentina

El Servicio de Inspección e Inocuidad de los Alimentos (FSIS) del USDA envió a uno de sus auditores de vuelta a Argentina el pasado mes de diciembre para confirmar que el país sudamericano estaba realizando las acciones correctivas solicitadas en la auditoría regular de 2019.

La auditoría de seguimiento, con una visita al país del 2 al 6 de diciembre de 2019, fue para comprobar las acciones correctivas propuestas que Argentina prometió tomar después de la última auditoría del USDA, que incluyó inspecciones en el país del 25 de febrero al 15 de marzo de 2019.

El propósito de la auditoría de seguimiento fue “determinar si el sistema de inspección de seguridad alimentaria de Argentina que rige la carne sigue siendo equivalente al de los Estados Unidos, con la capacidad de exportar productos que son seguros, saludables, no adulterados y correctamente etiquetados y envasados.”

Argentina exporta a los Estados Unidos carne de vacuno cruda intacta y totalmente cocida, no lista para el consumo (RTE).

“El auditor del FSIS concluyó que el sistema de inspección de la carne de Argentina está organizado para proporcionar el control final, la supervisión y la aplicación de los requisitos reglamentarios”, dice el informe de seguimiento del 20 de marzo de 2020. 

“El CCA ha implementado medidas para garantizar el uso de empleados del gobierno para toda la inspección post-mortem del ganado destinado a la exportación a los Estados Unidos. 

Además, la CCA (Autoridad Central Competente) ha implementado medidas para garantizar los controles en todo el sistema que prohíben el análisis de contramuestras después de un resultado de prueba química violatorio.”

La ACC de Argentina es el Servicio Nacional de Sanidad Animal y Calidad Agroalimentaria (SENASA). El auditor del FSIS se reunió con funcionarios del SENASA el 2 de diciembre en Buenos Aires para repasar el objetivo, el alcance y la metodología de la auditoría de seguimiento.

“Como resultado del enfoque específico de esta auditoría para verificar la implementación de acciones correctivas, no se auditaron todos los aspectos del sistema de inspección del SENSA”, dice el informe.

Dos instalaciones de sacrificio y procesamiento de carne de vacuno, los laboratorios en Buenos Aires y la sede del SENASA fueron incluidos en la visita al país de los funcionarios estadounidenses.

El FSIS también informa que llevó a cabo el 100 por ciento de reinspección para el etiquetado y la certificación en 1,,4 millones de libras de carne de vacuno exportada por Argentina a los Estados Unidos desde el 1 de agosto de 2016 hasta el 31 de agosto de 2019.

La subagencia del USDA también realizó la reinspección de 192,440 libras en el puerto de entrada para tipos adicionales de inspección, incluyendo pruebas de residuos químicos y patógenos microbiológicos, incluyendo Escherichia coli productora de toxina Shiga (STEC), 

Listeria monocytogenes y especies de Salmonella, de las cuales un total de 18,600 libras fueron rechazadas por la detección de STEC 26.

“El auditor del FSIS verificó que las acciones correctivas en respuesta a los hallazgos previamente reportados fueron implementadas y efectivas para resolver los hallazgos”, según el informe.

Una de las preocupaciones que llevaron a la auditoría de seguimiento fue la dependencia de Argentina del personal no gubernamental del “establecimiento” para las inspecciones post-mortem. El auditor del FSIS ha contratado recientemente a personal de inspección gubernamental para que realice las inspecciones post mortem de todas las exportaciones de carne de vacuno a Estados Unidos.

El informe dice que esas inspecciones post mortem son “realizadas exclusivamente por personal de inspección del gobierno”.

“El auditor del FSIS llegó a la conclusión de que el sistema de inspección de la seguridad alimentaria del CCSA tiene la estructura organizativa necesaria para proporcionar el control final, la supervisión y el cumplimiento de los requisitos reglamentarios de este componente”, dice el informe.

Las pruebas de residuos químicos fueron la segunda área de interés de la auditoría de seguimiento. En la visita de diciembre, el auditor del FSIS revisó los registros y se entrevistó con el laboratorio químico privado autorizado por el SENASA para realizar este tipo de trabajos.

A partir de ahí, el auditor pudo confirmar que las acciones correctivas del SENASA eran suficientes. El informe dice que los requisitos reglamentarios para las pruebas de residuos químicos siguen estando bajo el control del gobierno nacional.